LA VIDA PRECOZ Y BREVE DE SABINA RIVA

 En la frontera México-Guatemala, los jóvenes amantes aún adolescentes, Sabina (16 años) y Jovany (18 años), ambos hondureños, se reencuentran casualmente después de algunos años sin verse. Ella pretende llegar a los Estados Unidos y sueña con ser una gran cantante; él comete las atrocidades necesarias para ser aceptado en la Mara Salvatrucha. La falta de documentos, pasaporte y visa, impiden a Sabina cruzar  de Tecún Umán, Guatemala a Ciudad Hidalgo en Chiapas, México, poblaciones divididas por el río Suchiate. El único que puede ayudarla es el Cónsul mexicano “Don Nico” (65 años), su mejor cliente y confesor, quién  suele hablar en verso con poesía de Ramón López Velarde. Infatuado con la  inocencia  y belleza de Sabina,  se hace el loco con  los papeles, evitando a toda costa que se vaya.  Ella lleva casi un año atorada en el “Tijuanita” un burdel que regentea “Doña Lita” (60 años), donde la edad de las prostitutas fluctúa entre los 13 y 18 años, en su mayoría provenientes del Salvador, Honduras y Nicaragua.  Sabina  es además de la más bonita, la estrella del “Tijuanita»  canta y baila mejor que nadie. Lita cuida su mercancía, en especial a Sabina, tampoco quiere que se vaya,  sin embargo a pesar de su dureza y muy a su manera, las defiende.

La frontera es controlada por el agente migratorio estadounidense Patrick (50 años), quien dicta instrucciones a “El Burrona” (45 años)  jefe de la migra mexicana, dedicado también al narcomenudeo, la prostitución de adolescentes, y la coordinación de operaciones de narcotráfico en gran escala, en las que altos mandos del  ejército como el General Valderrama (50 años) y el Lic. Cossío (55 años) están involucrados, siempre apoyados por la Mara, pandilla que hace el trabajo sucio de la zona, como evitar el paso de los migrantes, a los que asaltan y asesinan a sangre fría.

Doña Lita” envía a Sabina a una “fiesta”. El autobús en el que viaja es detenido en la estación del Palmito por “El Burrona” y Patrick. A lo lejos Sabina vislumbra a Jovany, al quesiempre percibe como ave de mal agüero. Todos los migrantes entre los que se encuentran los hermanos guatemaltecos Pedro (19 años)  y Juan (18 años) quienes han fracasado en su primer intento de subirse al tren y el mara Marvis (20 años), son  encarcelados e interrogados en la estación, de donde Patrick sustrae a Sabina, le permite bañarse y después la viola. Junto con los demás detenidos es liberada en la mañana por Sarabia (40 años), ayudante  del  Burrona.  Adolorida de la cara, morada  e inflamada, Sabina  cruza el río de regreso a Tecún Umán en la balsa del  Tata Añorve (70 años), y regresa al burdel dónde es consolada  por su amiga Thalía (18 años).

 A raíz del asesinato de su hija meses atrás, Añorve  convierte su casa en un santuario dedicado a Anamar  y en refugio de  migrantes, a los cuales defiende de los atropellos de las autoridades fronterizas.

Jovany  asalta el consulado mexicano y descubre a Don Nico, quien con anterioridad lo ha hecho sacar del “Tijuanita”, donde ha ido a buscar a Sabina. A punto de matar al cónsul  Jovany le advierte que no se acerque más a Sabina o ahora sí no se salva.  Mientras tanto “Doña Lita”  reclama al Burrona el estado de Sabina; él responde que no tuvo nada que ver y que no tiene ningún control sobre el gringo, y le aconseja que no vuelva enviar a la muchacha con papeles falsos. Sabina continúa  contratada de “fiesta” en “fiesta” y  de cliente en cliente.

En la región los agentes aduanales paran el tren, de donde se descuelgan en huída los migrantes, esperados entre los matorrales por  la Mara; ahí está Jovany al acecho,  listo para matar sin ningún miramiento, como es el caso del Lagrimitas (16 años) un antiguo vecino suyo en Honduras, a quien degolla. Eventualmente los hermanos Pedro y Juan caerán en manos de la Mara, liderada por el Poisson (20 años)

Una noche Burrona espera a Sabina a fuera del Tijuanita. Ella regresa de una jornada de trabajo del lado mexicano; evita pasar por la estación de migración, baja del autobús y rueda el puesto migratorio por el costado de la selva. Burrona quiere llevarla de nuevo con el gringo. Forcejean, la esposa de las manos y la sube al auto. La pelea sigue, ella lo patea, le muerde la oreja, destroza el parabrisas, sabe que no podrá sobrevivir a otra pasada con el gringo, y saca fuerza para salir del vehículo. En ese momento sale “Doña Lita” del Tijuanita, encañona a Burrona y lo larga del lugar. El auto arranca a toda velocidad.

 Por la mañana  Jovany se introduce sigilosamente en el “Tijuanita” hasta llegar al cuarto de Sabina, espera a que despierte y le cura las heridas. Ella sabe que es un amor maldito. El Burrona encuentra a Sabina en la plaza. Él insiste en llevarla con el gringo, ella lo amenaza con revelarle  a Patrick  todas sus actividades ilícitas,si no la ayuda a cruzar la frontera. El accede a  encaminarla hasta Oaxaca. Ella ha decidido huir a como dé lugar y liberarse de la vida que las circunstancias le han impuesto. El Burrona estaciona la camioneta en la carretera, baja a Sabina, y le dice que ahí lo espere. Promete regresar a recogerla, ya que tiene que cumplir con un operativo en medio de la selva, a la espera de una avioneta con mercancía.

En el operativo el Burrona se pone nervioso y por poco echa a perder toda la operación. Sarabia reporta al General Valderrama lo ocurrido. Al día siguiente Burrona es asesinado por la Maraen las víasdel tren. Sabina cansada de esperar regresa sucia y extenuada al río. Sí algo sabe es que al “Tijuanita” no volverá. Añorve la ve desde el otro lado, cruza con su balsa atada a la cintura y sube a Sabina. En la ermita un grupo de migrantes hincados rezan a la imagen de Anamar, una fotocopia ampliada de   un periódico, forrada en nylon. El lugar está lleno de veladoras y papelitos pidiendo milagros.

Desesperada y preocupada Lita busca a Sabina por todas partes. Acompañada por Don Nico llega a la casa de Añorve. Lita trata de retenerla con artimañas. Le dice que tenía arregladas varias actuaciones en Veracruz y que Don Nico las va a ayudar con los papeles. Insisten en que la ermita es un lugar peligroso en la mira de los agentes aduanales. Sabina definida, fuerte e ilusionada, les comunica que al día siguiente partirá hacia México con un grupo de migrantes y se despide de ambos.

En el “Tijuanita” continúa el mismo show de siempre, ahora sin su mayor atracción: Sabina. Rápidamente Don Nico ha sustituido a Sabina por Thalía. En una mesa toma de las manos a la chicay le recita a López Velarde.

Soldados del Ejército llegan a clausurar la ermita, pretextando que ahí se realizan ritos satánicos, que la ermita no cuenta con el permiso del ayuntamiento y que Añorve no tiene el documento que lo identifique para administrar un centro de curación. Sabina comienza a cantar alabanzas a la Niña del Río (Anamar). Todos los migrantes la siguen, el coro sube de tono… y sube de tono. Los soldados se sorprenden con la potencia del canto y las palmas de todos los ahí presentes… abandonan el lugar.

Bajo la penumbra de la noche un grupo de mareros entre los que están el Poisson, Jovany, el Rogao y Marvis, entran en la ermita y disparan contra los migrantes dormidos en el suelo. Apenas se vislumbran los cuerpos. El Poisson asesina a Añorve y en la penumbra Pedro aprovecha y mata a Jovany de una puñalada en el vientre. Sabina besa el cadáver de Jovany y huye sin rumbo. Finalmente sin tener a dónde ir, vuelve al “Tijuanita”.