This is not a Movie

En esta tragicomedia sui géneris —cargada de un fuerte espíritu rocanrolero—, Pete Nelson (Edward Furlong) sólo sabe dos cosas: que el mundo pronto llegará a su fin y que se encuentra atrapado dentro de una suite en el Hotel Apocalypse Resort & Casino de Las Vegas Nevada. Por alguna razón su memoria fue borrada, así que debe resolver todas sus dudas existenciales antes de morir. Mientras trata de entender su extraña vida, Nelson conversa con sus diferentes alter egos: un nihilista infantil desesperado por sexo, un neurótico egocéntrico obsesionado con el sistema capitalista del mundo occidental industrializado, y un hippie con pretensiones filosóficas y espirituales. El personaje disfuncional habla de temas como la guerra, Dios, la vida después de la muerte, el dinero, el mundo del inconsciente y la delgada línea que separa a la realidad de la ficción. Pete Nelson está intoxicado por su propia cultura y al momento de reprocesar toda esa información se convierte, involuntariamente en un subproducto de la propaganda mediática de su país. This is not a Movie invita a la reflexión en varios niveles al utilizar los símbolos que nos remiten a los excesos del capitalismo, la muerte, el Apocalipsis, la dominación de las religiones institucionales, las alianzas militares y económicas, la deshumanización provocada por los avances tecnológicos, la banalización del sexo y una gran variedad de temas interconectados.

ENTREVISTA A OLALLO RUBIO

¿Cómo y cuándo nace This is not a Movie?

En la primavera de 2003 quería escribir un guión de una película que sería realizada con un solo actor, una locación y diez mil dólares (en HD o 16mm).  Cuando llevaba siete páginas me di cuenta de que era una especie de monólogo teatral, lo que intentaba escribir no era una película, era otra cosa, así fue como decidí titularla “Esta no es una película”, porque de acuerdo a las reglas y convenciones de lo que debe ser una película (ahora más estrictas que nunca), esto no era una película. En su momento el proyecto no cuajó como lo tenía planeado y con el paso de los años se fue transformando hasta convertirse en la versión que presentamos. Lo único que quedó de la versión original del guión fue el nombre del personaje, algunos aspectos de su conflicto y por supuesto el título: This is not a Movie.

¿Cómo podrías describir This is not a Movie para alguien que no la ha visto?

Como una tragicomedia existencial apocalíptica, sicodélica y surrealista, a veces más cómica que trágica y a veces más trágica que cómica.

Es el diálogo interno de un personaje con una serie de conflictos existenciales que debe resolver en unas cuantas horas antes de que acabe el mundo. Es el ego de un sujeto completamente dominado por su mente. Narrativamente funciona como el proceso mental de una persona muy inestable; los procesos cognitivos del ser humano tienden a ser caóticos, los de algunas personas más, los de otras menos. Pete Nelson sufre un trastorno de ansiedad generalizado, vive atormentado por el futuro y por la ausencia de un pasado que lo identifique. No sabe quién es y está desesperado por saberlo antes de morir.

La película es un retrato subjetivo de la psicosis del personaje. Él cree que su conciencia está despertando pero en realidad está sometido al condicionamiento impuesto por la dictadura de su propia mente que a su vez es operada por un poder superior. Hay varios aspectos de la personalidad de Pete Nelson, los principales son: el paranoico cerebral y el hedonista autodestructivo.

This is not a Movie se puede abordar desde diferentes puntos de vista y creo que los principales niveles de lectura tienen la misma importancia.

This is not a Movie representa la fragilidad de un sistema disfuncional y decadente. La cinta es una sátira de la cultura popular y ciertas subculturas estadounidenses, de su sistema de programación mental, de la televisión y el cine y de cómo estos validan y promueven sistemas políticos y sociales.

A través de Pete Nelson y su mundo satirizamos la psico-socio-patología que padecen varios sectores de Estados Unidos: una sicosis. El diagnóstico podría ser una combinación de megalomanía y paranoia con elementos de un desprendimiento fantasioso de la realidad estimulado por la televisión y el cine. Pete Nelson representa a una sociedad controlada por sociópatas que buscan el sometimiento ajeno, comportamiento natural de una superpotencia.

This is not a Movie también es una película sobre la depresión de un individuo causada por una crisis existencial. Hay muchas formas de enfrentar la depresión, hay quienes la enfrentan con humor o con violencia, atacando a otros seres humanos o atacándose a sí mismos. Desde luego hay quien responsabiliza al sistema y a la sociedad, etc.

Lo recomendable es no ver This is not a Movie e interpretarla literalmente, la comunicación de la película se basa en la semiótica intertextual, la cinta está llena de símbolos y referencias. Y como toda sátira, se aprecia mejor si se conocen los blancos definidos.

¿Por qué elegiste Las Vegas como escenario de la película?

Las Vegas siempre ha llamado mi atención. En 1983, cuando vivía en San Diego California, mis papás me dejaron un fin de semana completo en casa de unos vecinos porque iban a una ciudad que no era para niños (tenía seis años). Sabía que existían películas que no eran para personas de mi edad (Scarface, salió en ese año y fue un tema tabú en mi casa, la vi a escondidas a los 10 años y hasta hoy es de mis películas favoritas), sabía que había revistas que no eran para niños y conversaciones no aptas para menores, establecimientos como bares o restaurantes donde se prohibía la entrada a niños, etc. Pero, ¿te cae que existe una ciudad entera donde no pueden entrar niños? Cuando mis papás regresaron del viaje me contaron que había un hotel llamado Circus Circus, donde había juegos y un casino para niños etc. que la próxima vez me llevarían. Eso obviamente nunca pasó. Conocí Las Vegas hace unos años. Ya no es el mismo lugar que visitaron mis papás, todavía se mantiene el aspecto sicodélico de la ciudad y es muy atractivo, pero también me obsesioné con lo falso del lugar; Las Vegas es la ciudad más artificial del planeta y el colmo del capitalismo salvaje, la verdadera Ciudad del Pecado, un paraíso hedonista autodestructivo y al mismo tiempo un Epcot Center para adultos. Era la locación perfecta para el concepto de This is not a Movie. Como dice Peter Coyote, la usamos como un símbolo para representar la parte de Estados Unidos que se está destruyendo a sí misma. Fuimos directamente al corazón de la bestia. La economía mundial opera actualmente como un casino. Es un juego de apuestas que provoca profundos daños irreversibles.

¿Por qué hacer una producción mexicana en inglés?

Esta pregunta se aclara cuando ves la película. Pero lo importante es saber que así nació. Yo soy mexicano pero crecí durante gran parte de mi infancia en San Diego, California; Ronald Reagan fue el primer presidente que identifiqué, consumí toda la cultura estadounidense y la adopté como propia, aprendí a hablar inglés y español al mismo tiempo. Cuando regresamos a México seguí consumiendo la cultura estadounidense y al mismo tiempo descubrí su lado oscuro (en gran parte gracias a ciertas expresiones artísticas provenientes de EE. UU.), hasta hoy mantengo una relación amor-odio con el país vecino, como casi todos los mexicanos. Por otro lado, yo creo que si filmas una sátira acerca de narcotraficantes mexicanos es más coherente si es hablada en español, si haces una sátira acerca de gringos disfuncionales lo ideal es que sea hablada en inglés. Hollywood hace películas sobre mexicanos continuamente y sus personajes hablan inglés. Pistolero de Robert Rodríguez es acerca de un mexicano (y está interpretado por un español que habla inglés), en esa película todos los mexicanos en Ciudad Acuña hablan inglés, es muy inverosímil. Aquí estamos haciendo lo contrario. Además, esta película hubiera costado entre 15 y 20 millones de dólares en Estados Unidos, nadie te da esa cantidad de dinero para filmar una película con estas características (y menos siendo extranjero). Tiene todo en contra: es muy crítica con el sistema estadounidense, su narrativa no es convencional y los actores que quería no eran muy taquilleros, no soy muy fan de los actores “de moda”.  El verdadero cine independiente sufre una crisis en Estados Unidos. El boom de principios de los noventa duró muy poco. Recuerdo cuando estaba buscando financiamiento, una productora mexicana pretendía convencerme de que el personaje fuera “chicano” para convertir la película en un producto “latino” y facilitar su marketing (risas) ¡eso significaba replantear completamente el concepto del guión!, hacer otra película.

Lars Von Trier es danés, jamás ha puesto un pie en Estados Unidos pero ha filmado varias películas acerca de ese país (obviamente en inglés) y ante las críticas de los estadounidenses que lo descalifican por hacer películas acerca de un país que ni siquiera ha visitado dice lo siguiente: “Estados Unidos está sentado en nuestro mundo. Estoy haciendo películas relacionadas con ese país porque el 60% de mi vida es Estados Unidos, así que de alguna manera soy estadounidense, pero no puedo ir a votar, no puedo cambiar nada. Pero soy americano, por eso hago películas sobre Estados Unidos”.

¿Dónde se filmó This is not a Movie? ¿Es una producción 100% mexicana?

Se filmó en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México, Torreón Coahuila y Las Vegas Nevada. La inversión es 100% mexicana y el equipo, los productores, el fotógrafo, la diseñadora de producción, el sonidista, el staff, etc. son mexicanos. Los únicos gringos que participaron fueron Edward Furlong, Peter Coyote, Edi Gathegi, Slash, una abogada que nos representa en Estados Unidos, y un par de operadores de grúa en Las Vegas. Algunas bailarinas también eran extranjeras. Pero los carpinteros, pintores, herreros, electricistas, decoradores, asistentes de producción, etc. todos fueron mexicanos. Tuvimos las mismas condiciones de trabajo de cualquier producción mexicana de gran escala. Algunas personas piensan que es una co-producción con Estados Unidos pero This is not a Movie es una producción 99% mexicana.

¿La postproducción también se realizó en México?

En algún momento pensamos en involucrar compañías de efectos en Estados Unidos, pero afortunadamente todo se hizo en México. Se involucraron las principales compañías mexicanas de efectos visuales, cada una realizó una o varias secuencias. Tuvimos que dividir el trabajo. También armamos nuestro propio equipo de efectos visuales especialmente para la cinta. Tengo entendido que This is not a Movie es la producción mexicana con más efectos visuales de la historia.

¿Por qué Edward Furlong?

Cuando decidí que el personaje tendría 30 años (la edad que yo tenía en ese momento) el primero que me vino a la mente fue Edward Furlong y me obsesioné con la idea por varias razones.

Uno: La película no sería la misma sin él. Para mi es como Mickey Rourke en The Wrestler, esa cinta no sería la misma sin Rourke. Furlong tiene un significado especial para mi generación y los que estamos familiarizados con su carrera y vida personal. Si identificas a Furlong tienes acceso a un nivel de lectura especial de la película.

Dos: Siempre he sido fan de Eddie, lo he seguido durante toda su carrera, he visto su transformación y he sido testigo de su altas y bajas. Me identificaba con él a control remoto, tenemos muchas cosas en común, los mismos gustos cinematográficos y musicales, compartimos referencias y coincidimos en criterios y perspectivas de todo tipo. Esto, hasta cierto punto, lo sabía desde antes de conocerlo. Cuando nos conocimos platicamos durante varias horas y confirmé mi teoría. Hoy en día es de mis mejores amigos.

Tres: El papel era muy difícil y Eddie es un gran actor, un actor nato. El primer director con el que trabajó en su vida fue James Cameron. El rodaje de Terminator 2 duró nueve meses. La experiencia de trabajar en un set de ese nivel durante nueve meses a los 12 años es invaluable. A esa edad eres una esponja. Poco tiempo después de Terminator, Eddie co estelarizó películas con Jeff Bridges, Liam Neeson Meryl Streep, Kathy Bates, Willem Dafoe, Mickey Rourke, Steve Buscemi, Edward Norton, Frank Langella, F. Murray Abraham, etc. aprendió de los mejores. Y afortunadamente, gracias a las siete semanas que trabajamos juntos (incluyendo lecturas de guión y seudo ensayos), me transmitió algunos de sus conocimientos. Aprendí mucho de él.

Cuatro: Su historial de drogadicción era muy importante para This is not a Movie, necesitaba a alguien que entendiera las drogas y sus efectos profundamente, los efectos primarios y secundarios. La decadencia y los antecedentes de drogas de Eddie pueden ser negativos para la imagen de Hollywood, pero en el caso de This is not a Movie tienen un efecto contrario. Todo eso funciona a favor de la película y del personaje, y a fin de cuentas Eddie es John Connor, Christian Bale no es John Connor, el sujeto de la serie inspirada por Terminator, “The Sarah Connor Chronicles” no es John Connor. Eddie es John Connor aunque haya hecho ese papel a los 13 años, y Connor es uno de los héroes más importantes del cine contemporáneo, un símbolo, por eso trataron de revivir la franquicia con Christian Bale. Y en una película satírica compuesta por un centenar de referencias directas e indirectas al cine de Hollywood y la cultura popular, usar  a “John Connor” casi 20 años después fue un logro afortunado. Nos podemos hacer las siguientes preguntas ¿Dónde está Arnold Schwarzenegger hoy en día? Es decir ¿Dónde está Terminator? Es el gobernador del sexto estado más rico del mundo, y ¿dónde está aquel pre adolescente que salvaría a la humanidad de la tiranía desalmada de las máquinas? En una suite de un hotel en Las Vegas esperando el fin del mundo y tratando de descubrir quién es realmente. Esa computadora que cobró conciencia gracias a la ambición de la industrialización de la civilización occidental, ¿está ganando la batalla? Ese es uno de los ejemplos más representativos del papel esencial que juega la semiótica intertextual en This is not a Movie.

¿Por qué elegiste a Peter Coyote?

Coyote era perfecto para el personaje y su papel en Bitter Moon (Luna Amarga) me marcó para siempre, lo convirtió en uno de mis actores favoritos de todos los tiempos. Esa película me afectó mucho emocionalmente. Durante mucho tiempo veía a Peter y me remitía a un profundo dolor y nostalgia. Ahora que lo conozco me transmite lo contrario (risas). Por otro lado, tenía el presentimiento de que le interesaría el personaje y el concepto de la película. Coyote es un ícono de la contracultura estadounidense y su historia personal es muy interesante, siempre se ha opuesto a las políticas destructivas del gobierno de Estados Unidos y ha hecho mucha labor de activismo social y político. En los sesenta fue líder de los “Diggers”, un grupo hippie activista. La psicodelia le es muy familiar, era amigo de Janis Joplin. Toda esa etapa de su vida puede consultarse en su libro de memorias “Sleeping Where I Fall”.

¿Por qué elegiste a Slash para hacer la música?

Una parte fundamental del discurso y sobretodo de la imaginería de la película, está inspirada por el rock, específicamente por el rock psicodélico de los setenta y el hard rock y heavy metal de los ochenta. La idea era que el score fuera generado por guitarras, no el sonido de una sola guitarra sino todo tipo de sonidos, efectos y ambientes generados por guitarras (eléctricas y acústicas). Yo tenía planeado hablarle a Dave Wyndorf, el líder y guitarrista del grupo de rock psicodélico Monster Magnet, pero no estaba disponible, se encontraba en un proceso de rehabilitación de la rehabilitación (es decir, se volvió adicto a los fármacos que le recetaron para sustituir las drogas ilegales que consumía), nunca pude contactarlo. Por otro lado, en el guión venían las canciones que quería incluir en la cinta y la idea era acabar con Paradise City de Guns N’ Roses. Una vez que Wyndorf estaba descartado decidimos mandarle el guión a Slash, a ver si en una de esas se interesaba. Era un sueño imposible pero, ¡le encantó el guión y aceptó! Nos conocimos en un restaurante en Los Ángeles y platicamos durante varias horas. Slash es de las personas que mejor entendió el concepto de la película antes de su filmación.

La experiencia de trabajar con él fue increíble, pero fue un proceso largo. Primero le pasé dos play lists de temas que podían servirle como referencia y/o inspiración, incluí desde Captain Beyond y The Open Mind hasta Morricone y Jon Brion. Después le pedí seis tracks para poder utilizarlos en el set como referencia durante la filmación de secuencias musicales específicas. Trabajamos con un animatic (storyboard editado en secuencia y reproducido en video), y fuimos muy precisos con el ritmo, tono y duración. Una vez filmada la película, durante el proceso de edición, trabajamos escena por escena, yo estaba editando en México, le mandaba las secuencias con música guía y me las regresaba, a veces iba al estudio en Los Ángeles y Slash, Big Chris Flores (Productor del score) y yo intercambiábamos ideas.

Un día, estábamos revisando una secuencia musicalizada con guitarra acústica, el tema era perfecto pero le faltaba acentuación en un segmento, algo que reforzara el clímax de la escena, le pedí que agregara una guitarra eléctrica y le puse como referencia Man with a Harmonica de Ennio Morricone de Érase una vez en el Oeste, la escuchamos en el estudio y Slash recordó que alguna vez pensó en hacer un cover de ese tema. En ese momento conectó la guitarra eléctrica y comenzó a tocar los acentos que queríamos. Slash agregándole una guitarra eléctrica a un tema Morriconesco, sentado frente a un monitor, cigarro en la boca, etc. sólo de acordarme se me pone la piel de gallina. De las mejores experiencias de mi vida. Slash grabó en total 36 temas para la película incluyendo el tema oficial (la canción de los créditos finales) con la voz de Mark Lanegan: “So Long Sin City”.

This is not a Movie es muy atractiva visualmente ¿Qué nos puedes decir acerca de la estética de la cinta?

Si This is not a Movie tuviera que ser clasificada dentro de un género o subgénero sería surrealista y/o psicodélica. La película proyecta la oscuridad estilizada que yo veo si saco una radiografía de Las Vegas: “El infierno de juguete” El universo en el que habita Pete Nelson es atemporal, pero en algunos aspectos tiene una tendencia cargada hacia los ochenta que se justifica discursivamente cuando ves la película. Y aunque remodelen y reconstruyan la ciudad constantemente, la ochenterez sigue siendo el espíritu estético predominante en la ciudad (más que los sesenta y setenta).

Pero la película tiene elementos de otras décadas (una etapa de la película tiene un estilo fotográfico de los cuarenta, otra etapa de los sesenta, etc.). El personaje está congelado en un periodo histórico de Estados Unidos pero no se especifica con precisión.

Mi idea era hacer el Apocalipsis según Las Vegas. Así como tienen sus hoteles temáticos: su Francia (Paris), su Egipto (Luxor), su medievo (Excalibur), su Roma (Caesar Palace), etc. Poco falta para que hagan un “hotel infernal”, entonces, tomando en cuenta que en este tipo de centros turísticos tienden a simplificar la historia y la geografía (y a revolver elementos de varias culturas y civilizaciones con fines prácticos, estéticos y económicos), “El Apocalipsis según las Vegas” sería “infernal”, sería el hotel del diablo. El mundo de Pete Nelson es tan artificial como la ciudad que eligió para enfrentar el fin del mundo y el estilo es tan barroco como su mente y su proceso mental. El blanco y negro acentúa la artificialidad de su universo, nadie ve en blanco y negro. La imaginería de la película incluye todo tipo de elementos apocalípticos, uno de los ejemplos más claros y obvios es un cuadro enorme de “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” colgado en la estancia de la suite (una referencia bíblica pero al mismo tiempo un homenaje personal a Metallica). Pero también incluimos referencias a películas, la chapa de la puerta de la suite es como una cabeza de Terminator (combinada con la mascota del grupo de metal Megadeth). Así como la semiología o semiótica intertextual juega un papel importante en el guión, la música y el casting de la película, también juegan un papel importante en el diseño de producción. Todo son símbolos. Por otro lado tenemos la influencia de la televisión, especialmente el MTV de la segunda mitad de los ochenta. El discurso visual de la película es nostálgico, oscuro, irónico, barroco y en ocasiones violento; es pesado, yo quería que las imágenes pesaran en los ojos del espectador. En una suite de un hotel así, Pete Nelson se siente más solo y ajeno a este mundo. Hania Robledo (diseñadora de producción) y Juan José Saravia (Director de Fotografía) entendieron perfectamente el concepto y poco a poco fueron enriqueciendo los escenarios y las imágenes que buscábamos crear, el mundo donde debía vivir Pete.

El sonido de This is not a Movie es muy espectacular, ¿cómo se trabajó esta parte?

Para directores como George Lucas o Sergio Leone el sonido es el 50% de una película, muchos directores viven todo el tiempo en un mundo óptico pero yo tuve la fortuna de trabajar en una estación de radio y de tocar la batería en grupos musicales así que el sonido y la música me parecen tan importantes como la imagen. Por otro lado, llevo muchos años trabajando con el diseñador de audio Javier Umpierrez, nos entendemos perfectamente. Nuestra comunicación es casi telepática. Hemos crecido juntos creativa y técnicamente. El diseño de audio en el cine se comienza a trabajar en las últimas etapas de la post producción ¡nosotros trabajamos en el diseño sonoro desde el guión! (risas). Por mis antecedentes radiofónicos pienso mucho en sonido, cuando escribo imagino sonidos y como Javier también es mi amigo personal platicamos todo el tiempo e intercambiamos ideas tanto sonoras como musicales. En This is not a Movie tomé muchas decisiones editoriales influenciado por el diseño de audio, de alguna manera Javier es un co-editor sin crédito de la cinta, además compuso la música adicional de la película.

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